Los seres humanos muchas veces en
nuestro día a día sentimos frustración, algunas veces esa frustración no la
sabemos manejar y terminamos desahogándonos de la peor forma y esa forma es
agrediendo física o verbalmente a quienes son más débiles que nosotros,
personas o animales que por algún motivo no pueden o quieren hacernos daño.
Todos alguna vez gracias a
nuestra ignorancia de seguro hemos ofendido a alguien que no nos había hecho
nada malo que solo se cruzó en nuestro camino o que incluso quería darnos algo
de ánimo, estas ofensas son de los actos más torpes que podemos cometer, porque
actuar como patanes no soluciona nada por el contrario muchas veces nos hace
perder el apoyo de otros seres que hubieran podido ayudarnos, no solo eso nos
hace personas violentas incapaces de tolerar las cosas malas de la vida,
personas vulnerables que pierden el control ante cualquier adversidad que se
les presente.
Quizá desquitarse con alguien más
débil que nosotros o amable genere algo de fresco, pero seamos realistas eso no
arregla nuestros problemas, la misma energía que usamos contra quien ofendemos
debemos usarla contra quien pretenda pasar encima de nosotros, para hallar
soluciones a los problemas y para algo productivo.
Existen muchas maneras para
relajarnos después de un mal día, desde comer algo apetitoso hasta distraerse
con algo, ofender a los demás por lo tanto es algo que se debe descartar, un
mal día no deja de ser un mal día porque nos desquitamos con quien no tenía la
culpa, si en lugar de hacer esto aprendemos a tratar con las cosas malas y a
superarlas, nuestros malos días tendrán menos impacto en nosotros.
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