Hay cosas que una vez se alteran jamás vuelven a ser iguales, como lo es la confianza, cada vez que una persona abusa de la confianza que se le ha dado, cada vez va perdiendo mas y mas confianza a tal punto que pierde toda credibilidad, el ser humano es grande y progresa no tanto por lo que sabe, sino por su voluntad de servir, cuando servimos al prójimo vamos adquiriendo la confianza de otras personas, y esta confianza a su vez nos abre mas oportunidades.
El problema de que me mientas no es la mentira, es que ya no puedo confiar en ti, dijo Nietzsche, quien miente puede llegar muy lejos pero despues no podra regresar, sacrificar una confianza ganada con esfuerzo por una mentira no vale la pena, porque así como la confianza abre puertas la falta de desconfianza condena a las personas al estancamiento y a la pérdida de todo honor.
Toda persona esta propuesta a perder en un momento la confianza que se ganó durante años, no solo por mentir para un interes personal, por ella no confiar en otras personas o simplemente temer la reacción de las mismas, algunas veces tememos a algo que nunca va a ocurrir, pensamos que las personas no saben reaccionar a una mentira y pues aun si esto pasa el sentimiento incómodo que ocurre después de una verdad, pasa mientras cuando se miente no se lastima a esa persona por el momento pero cuando descubre la verdad se pierde toda confianza.
Para ganarse la confianza de otras personas no se necesita engañarlas, ilusionarlas y prometerles cosas que no podemos cumplir, vasta con saber ser serviciales y sinceros, con saber decir la verdad, una verdad que aun si es incomoda sirva para no generar falsas creencias o mentiras insostenibles.
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