Ninguna persona jamás le pertenece a otra y así una persona lograse que otra persona hiciera lo que esta quiera, jamás lo hará bien pues nadie nunca realizará ninguna labor de forma eficaz si no lo hace por voluntad propia, además en el momento en que nos pueda dejar solos lo hará, por lo tanto jamás será una buena idea tratar a otra persona como una propiedad pues esto siempre será un error que se pagará muy caro.
Como jamás nadie pertenece a nosotros es necesario que aprendamos a lograr formar uniones en pro de una colaboración mutua con las demás personas, pues los seres humanos siempre necesitaremos del apoyo de otras personas, pero este apoyo no lo lograremos tratando de imponernos sobre los demás, solamente lograremos si nos integramos con ellas de forma sincera, amistosa y sobre todo con disposición al servir.
Cuando un grupo de personas logra unirse con amor y colaboran juntos en pro de una causa material o espiritual esta causa perdurará, pues cuando una relación se basa en el amor verdadero no habrá nada que la desestabilice y por el contrario se fortalecerá mas con cada adversidad que afronte.
Siempre la mejor forma de establecer relaciones con otras personas será a través del amor reflejado en detalles como la cordialidad, el respeto, la solidaridad, la honestidad y muchas otras virtudes, además recordando que nadie nos pertenece y que debemos dar lo mejor de nosotros a nuestra sociedad para recibir lo mejor de ella.
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