El éxito no tiene un camino fijo, pero si depende en gran medida de aprovechar las oportunidades que se presentan, si no se toman las oportunidades el éxito no lo podremos ver por ninguna parte, si hay algo que nos hace perder de vista las oportunidades es la duda.
Dudar algunas veces es bueno pues no ayuda a planear las cosas, pero dudar siempre y por todo nos condena al no hacer nada, quien siempre duda jamás hace algo, está bien dudar para planear las cosas, para saber que opciones elegir, para tener las cosas claras, pero hay que evitar hacer de la duda una rutina, porque si esto pasa la duda nos puede bloquear a la hora de buscar nuevas oportunidades.
Se puede decir que la duda siempre será necesaria cuando se carezca de experiencia, ¿pero cuando hay experiencia?, cuando hay experiencia está claro que la duda pierde importancia, entre más experiencia tengamos menos necesitaremos de la duda, por lo cual pensemos que es más importante el adquirir experiencia que dudar; siempre tratemos de tomar las oportunidades, incluso si la duda no dice que es muy peligroso.
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