Aunque las
palabras tienen un gran poder si se saben utilizar, hay algo con mucho más
poder que son los ejemplos, una palabra puede dar a entender una cosa
pero es con el ejemplo con lo que se da a entender algo de forma eficaz,
las palabras siempre pueden ser útiles si se usan con buenos propósitos, pero
jamás serán tan eficientes como los ejemplos.
También las
palabras tienen una gran debilidad que los ejemplos no tienen, y es que
con las palabras podemos prometer comportamientos y acciones, pero si ilusionamos demasiado con esas
palabras, después por alguna circunstancia podemos desilusionar con un
comportamiento que no de los resultados esperados, así perderemos credibilidad al
lado de otras cosas, mientras que si con nuestro ejemplo sorprendemos,
no habrá ninguna palabra por más que persuada que pueda hacer quedar mal
nuestro ejemplo.
Nuestro mundo está
conformado por actuaciones no por palabras, quizás algunas palabras fueron
las bases para empezar los ejemplos y los actos que llevaran a proyectos, pero solo
aquellas palabras que salieron de personas persistentes que las convirtieron en ejemplos pudieron cambiar en algo este mundo.
Siempre que
queramos sorprender a alguien, lograr un gran proyecto, dar lo mejor de
nosotros mismos y mucho mas, la forma indicada será hacerlo por medio de ejemplos eficaces, pues el ejemplo siempre solucionara una
necesidad, hará un cambio que la palabra no hará, sorprenderá sin desilusionar
y es de lo que se compone nuestro mundo.
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