Aunque puedan haber cosas que no
podamos cambiar, siempre podremos cambiar nuestra percepción de estas pues somos
nosotros quienes decidimos como percibimos el mundo, por ende podemos tener una
vida feliz o triste según como queramos ver nuestra vida pues el sentido de la
vida lo damos nosotros no el tiempo, las circunstancias o demás factores, por ende si somos fuertes ni siquiera el mundo mas duro nos destruirá.
La base de la felicidad es ser
felices con lo que tenemos, luchar por lo que deseamos pero sin desesperarnos
ni pensar que no seremos felices sin tener estos pues debemos ser siempre
felices con lo que tenemos y así con una buena actitud podremos alcanzar
nuestros propósitos, pues cuando hay obsesión y amargura por alguna cosa esta más
se aleja de nosotros, en cambio si la buscamos con paciencia y felicidad en el
trayecto la alcanzaremos de forma óptima, esto es una fortaleza pues el que se deprime por lo que no tiene no aprecia lo que tiene, se creerá y vivirá como victima.
Solo nosotros sabemos cómo queremos
percibir la vida así que si hacemos esta percepción con amor, fortaleza y optimismo podremos vivir la
vida de la forma que más creamos conveniente, pues es el amor la base para
crear el hombre perfecto, ósea el hombre feliz, el mundo nunca ha sido fácil, toda época siempre ha tenido sus propias dificultades, por ello solo los mediocres se escudan en justificar sus fracasos en las injusticias del mundo, los fuertes las dominan.
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