En cuanto a la libertad y la
soledad es mucho lo que se puede hablar, las dos son añoradas muchas veces pero
cuando se tienen, es frecuente que las personas no sepan cómo sentirse ni qué
hacer con ellas, ambas no son ni buenas ni malas pues las mismas dependen de
como la persona que las tenga las administre, ambas incluso en algunos momentos
pueden ser una sola, pero no siempre es así.
No hay que vivir en la soledad
para ser libre ni por el hecho de estar solos significa que somos libres, una
persona puede estar sola y sin nada de libertad, pero entre la soledad y la
libertad se debe tener claro algo y es que: si se quiere ser libre tendremos
que aprender a tratar con momentos de soledad y si se quiere aprovechar la
soledad hay que aprender antes a aprovechar la libertad.
¿Cómo llamar un momento en el que
no podemos contar con nadie y podemos hacer lo que queramos? ¿Libertad o
soledad?; Eso en realidad no importa, lo que importa es como aprovechamos ese
momento, si lo tomamos para reflexionar o actuar, o si lo usamos solo para
lamentarnos.
La libertad es grandiosa, la
soledad también, aunque lo ideal es contar con la libertad por siempre y
aprovechar los momentos de soledad, pero no desear una soledad eterna pues una
eternidad de soledad puede ser adversa, mientras la eterna libertad bien
aprovechada es grandiosa.
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