Todos en algún momento de
nuestras vidas hemos pensado por un momento en que podemos cambiar a otras
personas y actuamos en base a ello, pero lo cierto es que muchas veces con este
acto solamente aumentamos nuestros conflictos con dichas personas, nos hacemos más
intolerantes y en cierto punto ni nos aguantamos a nosotros mismos.
No puedes controlar a otras
personas, esto debemos tenerlo claro, lo que si podemos controlar es como
reaccionas ante ellas y sus acciones, aunque es algo difícil de hacer es
posible, entre más desarrollemos esta habilidad más fácil nos resultara tolerar
aquello que nos incomoda de ciertas personas.
Tendemos a querer cambiar a otras
personas, eso es algo natural en nosotros porque es más fácil culpar a otros
que nosotros mismos asumir la responsabilidad de la situación, solo podemos
cambiar nosotros mismos y como reaccionamos ante como actúan otras personas, si
algo nos desagrada de otra persona no lo hagamos en nosotros, antes de
reaccionar ante otras personas debemos tratar de comprender por qué actúan así,
una vez se comprenda a esa persona se puede tratar fácilmente, si en el peor
caso no hay nada de empatía con esa persona pues solo queda tratarla lo menos
posible, fin.
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