La cautela es precaución y el
cuidado en el proceder, algo muy necesario en un mundo dominado por las
mentiras en el cual no contar con la cautela puede ser muy costoso para
nosotros, la cautela es la base de la seguridad personal, aquello con lo que
nosotros mismos nos protegemos de aquellos peligros que a simple vista pueden
ser tentativos.
La cautela no solo es necesaria
para mantenernos seguros, la cautela no ayuda a enfocarnos, muchas personas
divagan en sus objetivos debido a que no ejercen cautela en sus planes, actúan
primero y piensan después, quien no actúa con cautela permite que las personas
se aferren a el bajo sus propios términos, no elige una ocupación espera que le
asignen una, quien carece de cautela nunca aprende de sus errores.
¿Es la sobre-cautela tan
prejudicial como la falta de cautela? No existe la sobre-cautela, lo que
algunas personas llaman sobre-cautela es una expresión del miedo, cuando una
persona es sobre-cautelosa puede crear para sí misma peligros más desastrosos,
pues al no saber usar la cautela se llena de tantos temores que no puede hacer
nada bien y lo poco que hace casi siempre termina mal, la cautela no trata de
cerrarnos ante el mundo, porque es necesario estar dispuesto siempre a conocer
cosas nuevas, a experimentar, la cautela es saber tener cuidado al hacerlo y
ser precavidos de forma proporcional a los posibles riesgos.
La cautela es lo que le falta a
muchas personas, muchas veces más que por la situación es nuestra falta de
cautela la culpable de nuestros fracasos, solamente desarrollando nuestra
cautela estaremos siempre enfocados en nuestros propósitos sin desviar nuestra atención
en cosas que no valen la pena, estaremos con la capacidad de experimentar todo
lo que nos de curiosidad de forma mesurada, podremos luchar contra nuestros
temores de forma aceptada y podemos estar más conscientes de la forma en como
es nuestro entorno.
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