Muchas veces cuando hay expectativa por algo es normal que sintamos temor por aquello que aún no ha sucedido, pues los seres humanos sentimos de forma natural miedo al cambio y a lo desconocido, pero al final de cuentas sufrimos mas con lo que imaginamos sobre lo desconocido que sobre lo que en realidad esto significa.
Al final de cuentas nuestros mayores temores no están en el mundo real sino en nuestra mente, tristemente ese temor que sentimos cuyo propósito por naturaleza debería ser mantenernos seguros nos hace sus prisioneros, por ello entre mas poder le demos a nuestros temores internos mas indefensos y paranoicos seremos ante aquellas cosas que desconocemos.
Nuestra imaginación no tiene nada de malo, somos nosotros quienes permitimos que nuestra imaginación alimente a nuestros temores o alimente a nuestros sueños, si imaginar nos llena de temores la solución no es dejar de imaginar, la solución ha de ser experimentar aquello que nos atemoriza, enfrentarlo, aun si el temor nos dice que no, es solo así como nuestra imaginación dejara de atormentarnos, es solo así que seremos libres, es solo así la forma en que no sufriremos por lo desconocido.
La realidad perderá importancia sobre nosotros el dia que en lugar de imaginarnos lo que esta es tratemos de descubrirlo por nuestra cuenta, nuestra imaginacion no sera un tormento para nosotros cuando tengamos una visión creativa sobre todo lo que podamos imaginar, cuando aprendamos a amar lo desconocido y todo aquello que representa un riesgo será cuando podamos vivir a plenitud, en lugar de sufrir con lo que imaginamos que sucederá.
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