Las personas casi siempre exageramos nuestras penas, es una pena que cuando tenemos un problema nos desesperamos con este y por ende nos amargamos de forma estúpida por el, ¿cuanta salud perdemos por este hecho?, cuantas veces nos hace mas daño esa angustia que el problema mismo.
Todo problema tiene solución, pero estas soluciones se hallan con calma, no angustiarnos ni desesperarnos, cuando hacemos esto solo nos enfermamos y nos dejamos dominar por los problemas, a tal punto que estos acaban con nosotros.
A veces la solución a los problemas se haya sencillamente cuando dejamos de preocuparnos de ellos, en ese momento se nos aparece la idea o el recurso que necesitamos para solucionarlo, si exageramos nuestras alegrias asi como lo hacemos con nuestras penas, nuestra salud sería mucho mejor y podríamos solucionar más fácil nuestros problemas, pues una mente alegre piensa mejor que una mente angustiada.
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