Muchos fanáticos dicen ser felices gracias a su fanatismo,
que este es lo que le da sentido a sus vidas, y pues al final de cuentas no se
les puede contradecir, pues cada persona sabe muy bien que le da felicidad y si
algo le ha de dar felicidad pues que aproveche esto.
Pero el fanatismo extremo es peligroso, porque para bien o
para mal, en este mundo todo en extremo es malo, incluso lo que le da alegría
al alma, pues cuanto más nos entregamos a algo más nos volvemos esclavos de
esto, peor aún nuestra mente se cierra, haciéndonos ignorantes, débiles,
manipulares y hasta agresivos.
El fanatismo no encierra solo en una opinión y un tema, y
esto es perjudicial, si bien es cierto que hay que querer algo que nos guste, también
es cierto que siempre debemos estar dispuestos a saber de otros temas y a
escuchar otras opiniones, ¡quien quita que escuchando a otros escuchemos cosas
que nos puedan gustar!
El fanatismo siempre se tendrá que dejar a un lado para que
se conserve la libertad, solo así cada hombre podrá tener autonomía, de lo
contrario el fanatismo que da alegría no solo quitara la libertad sino que acabara
todo lo bueno que tiene dicha alegría, volviéndolo frustración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario