Si hay una cosa que todos debemos
tener en cuenta en esta vida es que necesitamos ser sabios pero a la vez
conservar la sencillez que posee un ignorante, pues la sabiduría siempre abrirá muchas puertas, pero si se descuida la sencillez que hay cuando en principio somos
absolutamente ignorantes esa sabiduría puede caer en arrogancias que nos
llevaran a muchos fracasos y malos entendidos.
No importa que tanta sabiduría
tengamos, si no tenemos sencillez esta
sabiduría jamás lograra grandes cosas, de hecho se perdería porque la sencillez es base de la sabiduría, pues para que la sabiduría emprenda
proyectos exitosos siempre le será necesario trabajar de la mano con la
sencillez, ningún proyecto que se emprenda de forma arrogante termina bien.
La sencillez es algo tan fundamental
que debemos tener en nuestra vida, y muestra de esto es que por más sabios que
logremos ser siempre necesitaremos de esta para tener relaciones cordiales con
nuestro prójimo, pues si no hay sencillez en dichas relaciones nacerán muchos
factores perjudiciales para nuestras relaciones como odios, rencores, envidias
entre otros.
Ninguna sabiduría será buena si no
tiene como base sencillez, solamente la sencillez guiara por buen camino la
sabiduría, quienes entiendan que para que la sabiduría logre grandes resultados necesita de la
sencillez, podrán lograr gozar de la sabiduría en todo su esplendor y no ser victimas del terrible ego que los hace llamar sabelotodos.
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