Lo peor que le puede suceder a alguna persona es tener un
corazón cerrado que le impida tener valores y sentimientos de bien común y de enriquecerse de nuevo conocimiento, esta es la peor prisión para el espíritu
humano, pues tienen a encerrar al ser en medio de fanatismos y resentimientos.
Cosas como los odios, rencores, celos, codicia, entre otras
son las responsables de que nuestro corazón se vaya cerrando, si bien estamos
todos expuestos a situaciones que despierten estos sentimientos negativos en nuestra vida, no quiere
decir que tengamos que ceder a estos sentimientos y dejar que nos vuelvan prisioneros de ellos.

Debemos concentrar nuestras energías en nuestro crecimiento
personal a toda escala, tenemos que crecer con nuevos conocimientos conjuntos
con valores positivos para tener una mejor vida, solo el conocimiento de la
mano de la bondad lograran perfeccionar nuestro ser y así nuestro corazón se
podrá llamar libre.
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