Todos los seres humanos sin
importar nuestro entorno experimentamos dolor, aunque mucho de ese dolor es
causado por circunstancias externas, mucho de ese dolor lo creamos nosotros
mismos, mediante un exceso de pensamientos que nos llevan a la ansiedad, la depresión,
el estrés y otros sentimientos destructivos, todos sufrimos de ese mal y lo
cierto es que muchas veces nosotros con nuestra forma de actuar aumentamos ese
dolor en lugar de calmarlo.
Pareciera que estuviéramos
heridos y en lugar de buscar una cura, nos estuviéramos auto-flagelando para aumentar
la gravedad de la herida, pues mientras una parte de nuestros sentido esté invertida en el dolor emocional nosotros
inconscientemente nos resistiremos o sabotearemos cualquier intento que se haga
de curar ese dolor. ¿Por qué? Muy sencillo, porque deseamos mantenernos
intactos y el dolor se ha convertido en parte esencial nuestra. Este es un
proceso inconsciente y la única forma de superarlo es hacerlo consciente.
Ser consciente de nuestro dolor
no es profundizar el dolor que nos causa para sentir más dolor como algunos
pensaran, ser consciente del dolor es aceptar aquellas cosas que ya pasaron y
no se pueden cambiar, aprender de las mismas, es dejar de tener ansiedad por el
futuro y aprovechar el presente, no podemos olvidar lo que nos causa dolor pero
si podemos dejar de martirizarnos con ello.
En nuestro mundo actual la gente
ama el dolor, las personas viven renegando del dolor pero al tiempo solo
piensan en el mismo, no siguen con sus vidas por vivir pensando en lo que les
genero dolor, se llenan de resentimientos y malas actitudes por el dolor, quien
se libra del dolor por lo tanto es un extraño, pero es mejor Ser un extraño en
alguna medida, ser alguien que no "encaja" con los demás o que es rechazado
por ellos por cualquier razón, pues así sea haga la vida difícil, también nos
pone en una ventaja en cuanto a la iluminación personal. Pues nos saca de la
inconsciencia casi por la fuerza.
Quien sale de la inconsciencia
social, deja de vivir sufriendo por el dolor y expresar esto en cosas como el
buscar conflictos con otras personas, ser agresivo, ser rencoroso, hablar solo
de problemas, culpar a los demás de sus males y renegar ante todo; Ser
conscientes de nuestro dolor nos ayuda a entenderlo y a liberarnos de su
influencia, a estar en paz con nosotros y a no permitir que ningún dolor pasado
o venidero nos lastime.
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