Si se compara la estupidez que
hay en el mundo con cualquier otra cosa, la fuerza de la estupidez gana por
mucho, aun hoy en un mundo donde abunda acceso a la información, oportunidades
para adquirir y crear conocimiento, la estupidez sigue reinando, de la mano del
fanatismo y de la indiferencia.
La estupidez es el mal más grande
que tiene enfermo al mundo, y esta enfermedad es tan peligrosa porque quienes más
la padecen ignoran que la tienen y por el contrario muchas veces en lugar de
luchar contra esta enfermedad la veneran, muchos adoran tanto ser estúpidos que
reaccionan violentamente contra quienes difieren a ellos, veneran su ignorancia
como a un dios y nunca tratan de reflexionar si quiera un momento en si están
equivocados.
Todo ser humano tiene algo de estúpido,
ninguna persona se salva de esta realidad, pero el que todos seamos algo estúpidos
no significa que no podamos evitar la estupidez, si sabemos reconocer que
siempre estaremos propensos a equivocarnos, dudar siempre de todo lo que nos
dicen o vemos, e investigar otras versiones antes de afirmar si algo es
verdadero o falso, podremos evitar que la estupidez controle nuestro juicio.
La estupidez es el mayor problema
de todo país, en unos es más fuerte que en otros, combatirla es lo único que desarrollara
una nación, porque en una nación pueden surgir buenas ideas, mucho talento
humano, puede hacer mucha riqueza, pero si el pueblo es estúpido de eso no
quedara nada bueno, ejemplo: lo que paso el domingo en Colombia; Un país donde
muchos estúpidos cegados por el fanatismo o la indiferencia dejaron ir una
oportunidad histórica.
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