Se dice que más que llegar al
final del camino es disfrutar el recorrido por el mismo, esto es muy cierto, sobre
todo en los casos en los que ese camino es una meta, no solo eso en este caso
no es solo disfrutar el proceso que nos lleve a la meta, es también en ese
proceso volvernos una versión mejor de nosotros mismos.
Cuando una persona tiene la meta
de sacar una carrera profesional adelante, esa persona se vuelve más disciplinada,
ordenada, responsable para tratar de cumplir con todas sus tareas y así además
de adquirir su conocimiento profesional adquiere otras virtudes junto con el
desarrollar sus talentos, cuando una persona tiene la meta de viajar y la hace
realidad en el proceso aprende a valorar su hogar, aprende otros idiomas,
aprende a comunicarse mejor, a negociar y demás; En resumen toda meta que te
propongas no será satisfactoria solamente por el resultado final sino también
por todo el proceso que tienes que hacer en el camino.
“La mayor razón para fijar una
meta es lo que ella hace por usted al querer lograrla", por eso hay que
fijarse siempre metas a corto, mediano y largo plazo, aun si de comienzo nos
parecen imposibles, porque son las metas uno de los pilares que tenemos para
desarrollar nuestro ser, alguien sin metas nunca evoluciona, nunca logra nada,
las metas no solo nos dan un sentido para vivir, nos enseñar a vivir de manera
satisfactoria.
Quien tiene metas no se derrumba
por un fracaso, adversidad o infortunio, quien tiene metas siempre encentra la
forma de pararse, seguir su rumbo y no desfallecer, quien tiene metas con cada
paso que lo acerque a sus objetivos se hace más fuerte, siente satisfacción y
pierde todo deseo egoísta, de envidia y odios que se sienten cuando no hay una
meta que nos motive a ser una mejor persona cada día.
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