En un solo día miles de personas
pierden muchas oportunidades solo por algo tan simple como el no hablar, todos
en algún momento diferimos de ciertas ideas que nos ofrecen, queremos
demostrarle a alguien lo que sentimos, tenemos una emergencia con la que requerimos
una ayuda, pero no mostramos el desacuerdo, la emoción o la emergencia por
dejarnos dominar de la pena y del miedo al rechazo, somos unos estúpidos cuando
dejamos que esa sensación se apodere de nosotros.
Claro que si hablas en busca de
ayuda, para demostrar el amor que sientes por quien amas, para diferir de
ciertas personas, corres el riesgo de ser rechazado e incluso de que la otra
persona se tome tus palabras de forma hostil, pero una cosa es saber hablar y
otra es hablar por hablar, debemos aprender a pensar antes de hablar pero eso
no es pensar demás al punto de que llegue el momento que no podamos
expresarnos, es más aún si vamos a decir más estupideces que cosas sensatas es
mejor decirlas y arriesgarnos a no decir nada y después vivir lamentándonos por
ello.
Las peores cosas que imaginamos
casi nunca ocurren, el hablar en su debido momento es clave para tomar
oportunidades, luchar por lo que amas, no dejar que te pisoteen, en lo personal
hace poco le dije algo a alguien, algo que quería decirle hace mucho, esa
persona me rechazo pero al decírselo me sentí libre y sé que de esa experiencia
a la próxima vez que tenga que hablar de esas cosas con otra persona no dejare
que el temor me impida expresarme.
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