¿Cuantas veces permitimos que un fracaso temporal nos afecte
como si fuese un fracaso permanente, en lugar de aprender de él y seguir adelante?, los seres
humanos exageramos las experiencias malas que experimentamos, a veces, a tal
punto que aun después de mucho tiempo de dicha experiencia dolorosa seguimos
sintiendo frustración por un fracaso temporal, limitándonos y dejando de actuar
en búsqueda de lo deseado.
Cuando le damos demasiada importancia a un fracaso este se
hace un fracaso eterno que nos complica la vida y solo dejara de hacerlo una
vez recordemos que todo fracaso es temporal, no existen los fracasos eternos,
estos solo son temporales y solo nos hacen daño según la importancia que les
demos, está bien aprender del fracaso pero está mal flagelarnos por el mismo,
los seres humanos muchas veces nos flagelamos más con los fracasos de lo que
aprendemos de ellos y es por eso que la mayoría de las personas se rinden en
muchos proyectos con los primeros obstáculos.
Los logros más grandes tuvieron que pasar por enormes
fracasos, ninguna persona ha logrado nada sin antes fracasar, un fracaso enseña
una forma de cómo no se deben hacer las cosas, el fracaso una vez suceda ya es
pasado, no importa cuántas veces se fracase desde que se aprenda de ello, ser un
fracasado no es fracasar, ser un fracasado es desistir con el primer fracaso
que tengamos.
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