Una de las cosas más gratas que existen es poder dar o ayudar
a otras personas, esto sin duda nos da una satisfacción gloriosa, pero el arte
de ayudar requiere de un espíritu humano altruista, de no esperar nada a cambio
y mucho menos de pretender vanagloriarse, pues nada peor que una persona que se
cree dios, que una persona que hecha en cara algo bueno que haga y que menos
precie a costa de aprovecharse de las necesidades ajenas.
Dar con ostentación es arruinarnos a nosotros mismos, con
esto no mostramos que somos mejores que otros, por el contrario mostramos que
somos pobres de espíritu, pues el pobre de espíritu presume cualquier cosa que
pueda por pequeña que sea, nunca se satisface y siempre anda buscando como
presumir más y más, el rico de espíritu no necesita de presumirle a nadie lo
que tenga para ser feliz.
Quien busca ser feliz a costa de presumir, solo se hace
arrogante, soberbio, corrupto y sobretodo infeliz, pues con ello en lugar de
lograr sentirse bien con sigo mismo busca la aprobación de los demás para
ocultar su falta de autoestima, es grato ayudar pero desinteresadamente,
hacerlo por buena fe no por mendigar glorificación.
Muy acertada ésta reflexión y los felicito por esos hermosos y humanos pensamientos
ResponderEliminar