Nuestras necesidades básicas, son muy extensas desde físicas
y espirituales, pero solo satisfaciendo las espirituales seremos felices, es la
por la necesidad de todo ser de buscar el amor y la felicidad, es por eso que
siempre nacerán en nosotros necesidades que nos guiaran a ser felices como por ejemplo el realizar un propósito.
Que nazcan en nosotros necesidades reflejadas en sueños o
caprichos cuando no son las indicadas, es lo que le da sentido a nuestras
vidas, una vez logramos satisfacer estas necesidades, podremos gozar de
felicidad a acompañada con paz, o a veces podemos descubrir que aquello no es
lo que queríamos de verdad y por ende descubrimos que es lo que de verdad necesitamos.
Cuando logramos satisfacer nuestras necesidades, solo nos
queda unas cosas por hacer, si es una necesidad pasajera solo dejemos la ir, si
es una que influya en nuestra vida luchemos por cuidarla bien y no perderla ademas nunca nos volvamos adictas a ellas, pues todo extremo es malo; si no logramos
esto, podríamos terminar como describe el autor de la frase que inspira esta
historia, en podredumbre y decadencia; además de luchar por satisfacer nuestras
necesidades, aprendamos a convivir con sus consecuencias y seamos responsables
por estas.
Todo lo que nos da alegrías puede ser perjudicial para nosotros si no aprendemos a tener moderación con ello, la moderación de la mano con la cultura y la sabiduría, es lo único que impedirá que caigamos en decadencia por disfrutar bellas cosas de la vida, todo lo bueno se vuelve malo cuando no hay moderación, miles de sociedades y personas caen en la podredumbre solamente por descuidar su moderación.
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