Sepa Adaptarse a un Equipo

Muchos odiamos el tener que hacer parte de un equipo, somos muchos los que preferimos hacer todo en lo posible por nuestra cuenta, sin embargo somos seres de sociedad, ningun ser humano puede vivir bien sin tener que necesitar de otros en ciertas circunstancias, por lo cual queramos o no nos toca aprender a adaptarnos en esta sociedad y ha ser parte de un equipo.

Siempre vamos a necesitar algun proveedor, alguien que nos venda algun producto o servicio, alguien que nos escuche, alguien que demande lo que ofrecemos para ganarnos la vida, todo esto hace que por mas independientes que seamos tengamos que requerir de otras personas; En los ambitos familiares, laborales y de amistades, es mucho mas alto el nivel de confianza que debemos depositar en otras personas.

Aun si eres de los que dicen que no les interesa tener una familia, por el solo hecho de haber nacido ya tienes una madre, ya eres parte de una familia entonces debes adaptarte a esa familia que tienes; si eres de esas personas que buscan tener un pequeño negocio y ser independientes, para que el negocio surga tienes que tener buenas relaciones con los proveedores y los clientes, debes adaptarte a ellos; Si eres de esas personas que dicen no necesitar amigos has de saber que en algun momento de nuestras vidas estamos indefenzos y muchas veces es hay donde el apoyo de otras personas pueden sacarnos del apuro, incluso aun un desconocido puede hacer mucho por nosotros, por eso debemos tambien adaptarnos a la sociedad aprendiendo a confiar en otras personas.

Adaptarnos a la sociedad o a un equipo de personas no requiere que dejemos de ser nosotros mismos, solo necesitamos aprender a confiar en otros, mostrarnos como personas confiables, hablar lo necesario, estar dispuestos a trabajar con otras personas y saber escucharlas. No hay que ser la persona mas sociable del mundo, tampoco podemos caerle bien a todo el mundo ademas de que siempre habran personas que no nos agraden, pero esto es parte de la vida en sociedad, saber mantener un equilibrio entre el confiar en otras personas y el ser lo suficientemente precavidos para que no nos lastimen.