En el mundo moderno la gente no vale por lo que es sino por lo que tiene, es de ahí que las personas prefieren hacerse a capitales mal habidos que ser humildes y honestas, en este mundo no se aprecia la ética, los valores ni mucho menos el trabajo arduo, solo importa tener riquezas para aparentar estatus e impresionar a personas que no les importamos en nada.
El mundo actual vende la idea de que solo se puede ser feliz teniendo riquezas acomuladas, pero esto es una falsedad, no es malo tener cosas que en cierto punto faciliten la vida pero cuando se depende mucho de las mismas, nos corrompemos, olvidamos las cosas que de verdad nos hacen felices y solo nos llenamos de preocupaciones.
Tenemos que sobrevivir en este mundo de consumidores, queramos o no, pero no por eso debemos actuar de la misma manera, no es saludable para ninguna persona que su significado y valor dependa de lo material, la ética y la honestidad puede que no valgan en este mundo regido por el consumismo, pero si hacen valer a una persona de forma invaluable, una persona con ética y honestidad tenga poco o mucho puede ser feliz, vivir en paz y estar satisfecha, todo esto muchos de aquellos que trabajan por lo material jamas lo logran.
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