El Compartir de verdad

Compartir tiene una descripción muy facil pero muchas veces compartir algo nos resulta mas complicado de lo normal, no solo porque algunas veces hayamos sido lastimados por alguien que no valoro o entendió nuestras buenas intenciones, o por algún egoísmo que tengamos justificado en cualquier cosa, sino porque muchas veces confundimos compartir con deshacernos de aquello que nos sobre o no necesitamos.

Compartir es algo que nos da mucha alegría, no es una obligación o deber moral esto no nos hace santos, si hemos de compartir algo ha de ser porque nos nazca en el corazón pues si lo hacemos esperando algo a cambio siempre estaremos equivocados, pues un regalo o donación no es un contrato o compromiso, además quien espera algo a cambio de sus buenas intenciones pierde su bondad y se llena de amarguras con cada decepción que experimenta.

No esta mal regalar o donar aquello que nos sobra pero siendo honestos esto no alimenta en nada nuestro espíritu, cualquiera puede dar algo que le sobre o no necesita, pero solo aquellos que conocen lo que es en realidad compartir son capaces de dar aquello que mas les falta, por ejemplo aquel que muere de hambre tiene un pan encuentra a alguien que tambien necesita comer y le da una parte de su único alimento,  o aquel que tiene miles de tristezas en su alma pero aun asi trata de alegrar a otra persona.

Aun si desde un punto lógico dar lo que nos hace falta es perjudicial, lo cierto es que compartir no es muy saludable, no hay mejor forma de olvidar una tristeza que ayudar a otros a superar una dificultad, lo mas satisfactorio no es lo mas facil como dar algo que nos sobra es lograr algo que parece complicado como el lograr compartir lo que nos hace falta, esto siempre ayuda al espíritu a estar en calma.